
¿Acaso el mar
se olvidó del pez?
¿y el mar dormido no sueña
con él?
¿Acaso el celeste travieso pececito
no es buen amigo del mar?
Autor: Bruno Santiago
Unos sutiles vahos escapan de lo que hicieren los vivos. La noche es fría, delicada y llena de ángeles que golpean a los vivos. Las fábricas están iluminadas, el carrillón suena en lo alto. Por fin estamos juntos, aunque lejos uno de otro. (Jhon Ashbery)
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